top of page

¡Estamos de fiesta!: la Pascua

Hace unos días en la Iglesia conmemoramos los llamados Días Santos, o también conocidos como Triduo Pascual, donde se celebra litúrgicamente la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, dando paso así a la celebración de la Pascua, pero ¿qué es la Pascua?

Anterior a los cristianos, los judíos ya tenían la celebración de la Pascua (Ex 12, 1-28), se celebra recordando la liberación del pueblo judío cuando estos eran esclavos de los egipcios. De hecho, Jesús se encuentra en los preparativos para celebrar la Pascua con sus discípulos la noche antes de morir, lo que después cristianamente conoceremos como, «Última Cena».

La incertidumbre de los apóstoles

Fueron días de mucha intensidad. Jesús con sus discípulos llevaban una vida dispuesta a anunciar la Buena Nueva, kilómetros recorridos, yendo de un lado a otro. Un número importante de personas escuchaban cada día las enseñanzas de Jesús, incluso también habían sido testigo de algunos milagros. La promesa del gran profeta y mesías parecían que en Jesús se hacían realidad. Y de repente las esperanzas de sus apóstoles y discípulos se iban desvaneciendo. La mayoría había huido, dejando a su maestro solo. El pueblo judío había condenado a muerte a Cristo, lo vieron cargando la cruz y siendo crucificado. Una muerte ignominiosa. Solamente su madre,  el discípulo amado, María de Magdala, y algunas otras mujeres habían permanecido al pie de la cruz. Una vez sepultado el cuerpo de Cristo, con él se enterraban tantas promesas, tantas enseñanzas. El miedo, la desilusión, la tristeza se apoderaron de los amigos de Jesús. Pedro que había prometido fidelidad a Jesús, lo había negado. Uno de los suyos lo traicionó.

Habían pasado ya tres días de la muerte del Mesías. Algunas mujeres fueron al sepulcro y se llevaron la sorpresa más grande. La piedra estaba removida, no estaba el cuerpo de Jesús. Dos hombres salen a su encuentro y les dicen « ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado»

La historia de la salvación llega a su momento culmen. Cada palabra de Jesús adquiere ahora sentido. Cada esfuerzo, cada paso dado, cada gota de sangre derramada, la vida misma dada para redención de los pecados, ahora tienen sentido; y es que no pudo haber resurrección sin haber pasado por la muerte. Se vive la Pascua de Cristo, su resurrección.

Celebración de la fiesta pascual

Como cristianos la Pascua es de las fiestas más grandes, conmemoramos la victoria de Cristo, celebramos su resurrección. Es de las creencias centrales que tenemos como cristianos, creemos en un Dios que vive. Por consiguiente es un tiempo de fiesta, de alegría.

Litúrgicamente dura cincuenta días, culminando con Pentecostés, la fiesta donde se conmemora la venida del Espíritu Santo sobre la primera comunidad cristiana.

¿Qué cambia en la liturgia de la Iglesia?

  1. Se celebra la infraoctava de Pascua. Durante la primera semana se prolonga el júbilo de la Resurrección de Cristo.

  2. Se mantiene encendido el cirio pascual que es la representación de Cristo resucitado, en todas las celebraciones litúrgicas de una cierta solemnidad, tanto en las Misas como en las Laudes y Vísperas, hasta Pentecostés.

  3. La Iglesia vuelve a entonar el Gloria, se canta a viva voz Aleluya.

  4. Se cambia el color litúrgico de morado por el blanco que se usa en son de gozo y alegría.

  5. En las lecturas que se hacen en la Eucaristía se lee el libro de los Hechos de los Apóstoles.

¿De qué manera la Pascua tiene sentido en mi vida?

Si no creemos que Cristo ha resucitado, vana es nuestra fe (1 Cor 15, 14). Después de que sus discípulos fueron testigos de la resurrección de Cristo tienen la misión de ir a proclamar la Buena Nueva a toda la creación. Esa es nuestra tarea, llevar el evangelio y emprender la misión.

bottom of page