¿Los gays deberían adoptar?
La vida humana es preciosa y, como católicos, estamos llamados a protegerla. Aún si consideráramos el riesgo de una madre, la inconveniencia de un hijo, sobre todo si este viene con alguna grave enfermedad; debemos entender y proclamar que ninguna de estas razones puede jamás dar objetivamente derecho para disponer de la vida de los demás. Ni siquiera en sus comienzos. La vida es un bien demasiado fundamental para ponerlo en balanza con otros inconvenientes, incluso más grave.
La norma 1398 del Código de Derecho Canónico establece: "quien procura el aborto, si este se produce, incurre en excomunión latae sententiae". Esto no afecta solamente a la madre y al médico, sino a toda persona que sin su ayuda no se hubiera realizado este delito.
Por tanto, si un católico está regido por las normas del Código de Derecho Canónico, y este aplica la máxima sentencia posible a una persona que aborta, entonces un católico no puede apoyar el aborto.