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¿Te gustaría tener un súper poder? 3 sugerencias

Dicen que el que espera desespera… pero tiene su recompensa, y creo que soy parte de ese grupo de personas que han sabido esperar, con ansias, cuando se trata de los nuevos estrenos de las películas de Disney. Y cómo no emocionarse cuando hay expectativas donde casi nunca salimos defraudados, porque sabemos y confiamos en eso que esperamos…Y sí, quiero compartirles que estoy emocionada por el estreno del nuevo film de Disney: “Los Increíbles 2” .

Quizás cuando lees un libro o ves una serie, te identificas con algún personaje o alguna situación en particular de la historia, y si eso sucede, entonces la historia te “atrapó”.

Cada vez que veo Los Increíbles imagino cuál sería el “súper poder,” que si pudiera me gustaría tener, y de esa manera hacer las cosas más fáciles. Sin duda quisiera tener el poder de “dash”, el poder de la supervelocidad, así podría ir siempre un paso adelante, sabría cuál sería el plan y probablemente no habría errores ni cambios de planes porque me adelantaría a todo y en todo.

Pero luego dejo de imaginar y evidentemente vuelvo a la realidad, no hay un superpoder que me de una velocidad sobrenatural para saber qué vendrá después ni tampoco uno que quite el miedo a lo desconocido. De alguna manera nos toca confiar y aprender a esperar… Así como esperas el estreno del nuevo capítulo de tu serie favorita o, si estás en las mismas que yo, esperas el estreno de Los Increíbles 2.

Es casi imposible no sentir miedo o angustia cuando las cosas no se van dando como las planeamos. Nos pasa que  dejamos de creer o de confiar, porque Dios no nos da señales que queremos, o por lo menos no las vemos. Entramos como en una sequía espiritual, porque cuando no vemos… dejamos de creer.

“Pues dice la escritura: Quienquiera que ponga en él su confianza no quedará defraudado” Rm 10, 11

No hay nadie con un mejor plan que no sea Dios. Él te conoce y sabe realmente lo que necesitas. Es por eso que si algo no está saliendo bien en tus planes, es porque no es lo que te hará feliz, ni lo que Dios quiere para ti. Sin embargo, Dios se hace presente en todo y así como a Santo Tomás, se muestra para que seas capaz de reconocerlo y depositar tu confianza en él.

«Acerca tu dedo y comprueba mis manos; acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente». Jn 20, 27

Nos acostumbramos a buscar en lo tangible, en el exterior. Queremos siempre “meter el dedo en la llaga de sus manos” para confiar, pero perdemos el tiempo pensando qué pudo haber pasado, qué pasará o buscando a Dios en el lugar equivocado.

“Tú estabas dentro de mí y yo fuera. Y fuera te andaba buscando”. – San Agustín

Porque sé que es difícil y solos no podemos, te dejo 3 consejos claves para tu vida, no son superpoderes, pero que a mí me ayudan a tener otra perspectiva de la realidad y seguir adelante y ser paciente en los momentos de espera en ese plan de Dios.

1. Acepta y agradece

La circunstancia no va a cambiar de la noche a la mañana, pero sí puede cambiar la actitud de tu corazón con la que comiences a asumir cada reto.Nadie dijo que sería fácil pero si no hay sacrificios no hay mayor recompensa.

2. Ánclate y abandónate

Pregúntate dónde estás depositando tu confianza y seguridades. Ten presente que ese lugar tiene que ser roca firme donde perdure tu entrega, déjate atrapar por esa historia que Dios quiere escribir para ti.

3. Ama y avanza

En cada acto que hagas no dejes de amar, aunque sea difícil. Santa Teresa de Calcuta decía “Ama hasta que duela, si te duele, es buena señal”. Dios nos dio un superpoder especial, mejor que el de cualquier superhéroe: la capacidad de amar.

Este amor que emplees en tu día a día te hará avanzar, porque donde hay amor hay confianza y Dios confía en ti.

Confiar implica renuncias, pequeñas renuncias de dejar a un lado lo que te cuesta para que otro te ayude y te acerque a la meta final. Siempre habrán circunstancias difíciles pero no importa cuánta tempestad haya alrededor, mientras el “barco” esté anclado, este no se va a hundir.

“Si el plan cambia, no pidas pruebas a Dios, cuando Él calla es porque está trabajando en algo mejor”.

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