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Una fe digital

Cada vez hay un mayor número de personas tienen más facilidades para poder hacer uso del Internet. Tan sólo en México en 2006 habían 20.2 millones de internautas, en 2018 se tiene un registro de 82.7 millones, según un estudio realizado por la Asociación de Internet.mx  los celulares son los preferidos por los usuarios para conectarse a Internet, le siguen las computadoras portátiles y después las computadoras de escritorio. Los sitios preferenciales son las redes sociales y los servicios de mensajería instantánea. Según este estudio en promedio, cada mexicano pasa 8 horas y 20 minutos conectados. Por consiguiente la industria que rodea al mundo cibernético ha ido en crecimiento.

Con la dominación de la era digital se tienen registros récord de producción de contenidos. Los influencer comparten contenido cada semana, algunos hasta lo hacen diario. Cualquiera puede compartir información, sin que existe alguien que verifique la veracidad de este. La información falsa o fake news están al acecho en todo momento.

La fe no ha sido la excepción en involucrarse en la nueva era digital. Múltiples plataformas han buscado llevar la religión a través del Internet. El reto ha sido difícil, el perfil de los usuarios busca una información que sea fácilmente digerible, con un uso mayor de imágenes. Los vídeos informativos deben tener duración de segundos, y si éste dura más, deberá captar el interés del usuario rápidamente, sino cambiará de inmediato de contenido.

Una religión cercana 

A través de las diferentes redes sociales se vive ya la fe, mediante cadenas de oraciones, compartiendo imágenes,etc. En esta era se ha logrado entrar en la intimidad de monasterios y conventos, la vida clerical ahora está más cerca de todos. Se puede consultar fácilmente a algún sacerdote con la facilidad de una click. Temas que eran un tabú anteriormente ahora son discutidos abiertamente en diferentes foros. No importa en qué parte del mundo uno esté, si tengo conexión a Internet puedo participar de conferencias, exposiciones, hasta celebraciones eucarísticas. La era digital ha marcado un parteaguas, en la vivencia religiosa. La religión ahora está más cerca de nosotros.

Desventajas de la fe digital

Sin embargo, no puede decirse que la era de la fe digital solamente ofrece bondades y puntos a favor. Existe el riesgo de llevar una vida religiosa basado en la apariencia, con la preocupación que el mundo se entere de cuánto amo a Dios y cuánto trabajo en favor de mis hermanos, compartiendo fotografías, historias, transmisiones en vivo, pero solamente posando para ese instante. Innumerables son las cadenas de oración que se comparten, el número de imágenes de Jesús, condicionando un milagro al número de veces en que se comparte dicha publicación. En fin, se distorsiona la vivencia real de la fe en un Dios verdadero, el Dios que nos ha mostrado Jesús, quien nos invita a entrar en la intimidad de nuestra habitación, cerrar la puerta y hablarle a nuestro Padre que está ahí en lo secreto. 

¿Cómo puedo vivir mi experiencia de fe a través de las era digital?

  1. Verifica que la información que consultas vaya en sintonía con el magisterio de la Iglesia. 

  2. Cuando realices un apostolado y quieras compartir esta experiencia, recuerda que lo has hecho con caridad, sin ninguna pretensión. Puedes también inspirar a otros grupos.

  3. Participa en la difusión de oraciones, apostolados, documentos, artículos que hablen de la fe de la Iglesia.

  4. Una fe no se mide en likes, tus obras son las que construyen día a día el Reino de Dios

La iglesia a lo largo de su historia como institución ha tenido la capacidad de leer los signos de los tiempos y adecuarse para dar a conocer la Buena Nueva. Como miembro del Cuerpo Místico de Cristo, ocupa los medios que están a tu alrededor para manifestar tu fe en Cristo. 

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