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No necesito de nadie más: la masturbación

“¿Tú no lo haces? Todo el mundo lo hace por Dios…No tiene nada de malo, de hecho es MUY bueno para la salud” “Seguro sí lo haces y te da pena decirlo”

Estos fueron algunas de las frases que surgieron hace unos días en una conversación con un grupo de amigas… el tema: la masturbación.

Tal vez en tus grupos de amigas o amigos este es un tema tabú… o por el contrario, es algo común en donde comparten prácticas y métodos más “efectivos”. Incluso, muchos creen que la masturbación en su mayoría es llevada a cabo por hombres (por lo menos era lo que yo pensaba) y me sorprendió al estudiar un poco del tema que muchas fuentes arrojan que el 89% de las mujeres se masturban al menos 1 vez a la semana.

Me impresionó mucho esta cifra… incluso hubiese apostado que pertenecía a los hombres, sin embargo la estadística para ellos está en un 95% aproximadamente.

¿Qué es la masturbación?

Si buscamos en Google el término, encontraremos infinidad de métodos, formas, ejemplos, tips… pero en pocas palabras, la masturbación es el acto de autosatisfacer las necesidades sexuales.

En el número 2352 del Catecismo de la Iglesia Católica encontramos el siguiente concepto: Por masturbación se ha de entender la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener un placer venéreo.

No ofendo a nadie…

Muchos creen que es preferible caer en la tentación de pecar con uno mismo que con otro. Es decir, “mejor me masturbo y no hago pecar a mi novia”. Incluso, muchos creen que a través de la masturbación y el uso de la pornografía, “liberan estrés” y son más libres sexualmente hablando.

La verdad es que sea solo o acompañado, la dependencia hacia el placer no te hace más libre, sino todo lo contrario, te encadena a darle a tu cuerpo siempre lo que pide. Un ejemplo más tangible de esto: Supongamos que eres amante del chocolate o de las papas con salsa. Si cada vez que se te antoje comer un poco, lo haces, esto tendrá consecuencias físicas en ti, pero también serás menos libre en tu capacidad de decisión. Tu cuerpo dominará tus acciones y te será muy difícil decirle que no.

El dominio de sí es una obra que dura toda la vida. Nunca se la considerará adquirida de una vez para siempre. Supone un esfuerzo reiterado en todas las edades de la vida (cf Tt 2, 1-6). El esfuerzo requerido puede ser más intenso en ciertas épocas, como cuando se forma la personalidad, durante la infancia y la adolescencia.(CIC 2342)

¿Qué nos dice la Iglesia?

En el Catecismo de la Iglesia Católica en el número 2339 leemos:

La castidad implica un aprendizaje del dominio de sí, que es una pedagogía de la libertad humana. La alternativa es clara: o el hombre controla sus pasiones y obtiene la paz, o se deja dominar por ellas y se hace desgraciado (cf Si 1, 22).

Seguro pensarás “era OBVIO que la Iglesia iba a decir que está mal… ni modo que te diga: anda y disfruta”. Pero… no te quedes en la ley, por la ley.

La Iglesia ante todo es madre y una buena madre siempre sabe lo que es mejor para sus hijos. Así como una mamá nunca recomendará a sus hijos que se tomen una botella de tequila o que fumen un cachito de marihuana para relajarse… una madre no recomendará la masturbación como método de expresión o liberación.

¿Por qué? Muy sencillo… algunos científicos dicen que la masturbación puede llegar a ser tan adictiva como cualquier droga y uno de los grandes peligros es que logras satisfacerte de tal manera que sientes que ya no necesitas de nadie para hacerlo. Nos transforma en seres egoístas, lo contrario del amor.

La masturbación es “saludable”

Uno de los grandes mitos que envuelve a la masturbación es el hecho que es “saludable”. Y te preguntarás… ¿Por qué entre comillas? Pues existen teorías como las de Freud que hablan que el ser humano tiene un impulso sexual natural y este debe ser saciado con otro o con uno mismo para mantenernos saludables.

Efectivamente existe una realidad: somos seres sexuados. Ahí estamos completamente de acuerdo con Freud; sin embargo existen varias consecuencias médicas de satisfacer ese deseo por nosotros mismos. Aquí te dejo este video que puede darte una mejor idea, está en inglés pero puedes activarle los subtítulos en español:


Según Matt Fradd, ¿qué consecuencias médicas tiene la masturbación?

En cuanto a los hombre: más propensos a la depresión, mayor porcentaje de anomalías prostáticas y se adelanta la disfunción eréctil.

Asimismo, nos dice que a ciencia cierta no se puede determinar que sea un acto saludable para el ser humano. Pero si concluye, que a nivel clínico, las relaciones sexuales sí tienen consecuencia clínicamente medibles de manera positiva para el ser humano.

La pornografía y la masturbación

Es una realidad que para llevar a cabo la masturbación necesitas de una de dos posibles situaciones: la pornografía o la fantasía.

En cuanto al tema de la pornografía, te dejo este artículo que puede darte una mejor idea de sus pros y contras. “La pornografía no tiene nada de malo ¿o sí?” Asimismo, te invito a que sigas a Matt Fradd en sus redes sociales.

¿Eres del 89% o del 11%?

Puede que hoy practiques la masturbación o incluso, puede que seas parte del 11%, pero leer este artículo hace que dentro de ti pique la curiosidad de “probar un poquito”.  

Si eres del 89% de los que de manera habitual se masturba y quieres cambiar, tranquilo… todo tiene solución. Basta con pedirle la gracia a Dios y poner de tu parte para lograr alcanzar una vida sexual sana. ¿Qué te recomiendo? Busca ayuda con alguna persona que pueda guiarte en términos espirituales, que pueda recomendarte pasos a seguir… te de tips, lecturas.

Ahora, si eres del 11% no caigas en la tentación de “probar tantito” porque de esa probadita puedes pasar al 89% en un abrir y cerrar de ojos. Si sientes curiosidad, convérsalo con aquellos que pueden darte un buen consejo.

En conclusión…

Por último, la masturbación no tiene cabida en una vida cristiana porque nos minimiza a ser objetos centrados solo en el placer. Fuimos creados para un amor más grande, un amor que todo lo puede y no simplemente para un amor pasajero.

Al final, puedes haber vivido un intenso momento de placer y haber alcanzado el clímax. Pero luego todo pasa y en lo más profundo de tu ser simplemente queda el vacío.

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