El más fuerte se vuelve dueño del más débil, en la medida en que este último no puede afirmar su grado de independencia; aquí no hay piedad, ni tolerancia, y menos respeto por las “leyes”. –Friedrich Nietzsche
En las clases de historia en prepa nos enseñaron cómo el sistema feudal subyugó la clase baja de la edad media. Consistía a grandes rasgos en que un señor era dueño de tierras y la gente que vivía en ellas dependía casi totalmente del señor feudal. La tierra la trabajaban para sobrevivir pero tenían que dar grandes porcentajes de lo que cultivaban a su señor. Dependían de tal forma de su señor que hasta las herramientas que usaban para trabajar eran del señor.
En un artículo muy interesante, Joshua Fairfield explica cómo los avances tecnológicos parecen estarnos regresando de alguna forma al sistema feudal. En vez de un señor feudal tenemos los Mega-Corporations que en vez de vendernos el producto y nosotros ser los dueños, nos prestan un software que es de ellos y que nadie puede arreglar o modificar más que ellos. Incluso menciona un caso en el cual una compañía estuvo espiando a sus usuarios y vendiendo la información a otras compañías, sin que nadie supiera.
Pero, yo me iría un paso más en la historia, más allá de la Edad Media, a la época de los griegos. La tecnología no nos está convirtiendo en siervos sino en esclavos. Somos esclavos del progreso, de la constante aceleración, de una sobredosis de información, de estar perpetuamente conectados, y finalmente de una presión constante por ser exitosos.
Hace unos meses mi primo, que se auto-define como un “party-geek” y siempre tiene lo último en gadgets de tecnología, me dijo que luego de años de fidelidad a la Mac de Apple había decidido comprar una laptop de otra marca. La razón: la Mac ahora solo viene con prácticamente una única entrada y te hacen comprar, lo que se conoce como “dongles” o “pulpos” para poder conectar tu USB, to cable HDMI o cualquier otra cosa que quieras conectar.
Según él, el nuevo lema de Apple podría ser, “F@!& you, I’m Apple”, y que esta frase resume en 4 palabras la actitud o filosofía de la marca hacia sus usuarios. “Yo quisiera tener un teclado más ancho”: “F@!& you, I’m Apple”. “Tal vez sea mejor tener la posibilidad de aumentar la memoria para el iPhone”, “F@!& you, I’m Apple”. “Sería bueno hacer los productos más compatibles con otros sistemas”, “F@!& you, I’m Apple”. Es decir, Apple ha llegado a un grado de poder que puede decirle eso a la cara de sus clientes (en sentido figurado) y seguir teniéndolos esclavizados a sus productos.
¿Cómo saber si estoy esclavizado a la tecnología?
Por eso sería bueno hacer lo que yo llamo un “Reporte de esclavitud”. Es muy sencillo y consiste en dividir un post-it en dos. Por un lado pones 3 cosas a las cuales estás esclavizado. Aquí hay que ser muy honestos, concretos y objetivos.
Por ejemplo:
1. Instagram
2. Mi laptop
3. Spotify.
Luego por el otro lado 3 propósitos sencillos y concretos (que quepan en un post-it!) para contrarrestar la esclavitud a esas 3 cosas.
Por ejemplo:
1. Max. dos horas/día de uso
2. Sábado sin
3. Martes sin.
La decisión es tuya
Sí parece que vamos en retroceso en varios aspectos hoy día. Y, aunque no podamos evitar que los Mega-Corporations se vayan haciendo más poderosos cada vez, sí podemos tomar la decisión de no dejarnos esclavizar tanto por ellos. Primero tomando conciencia del problema y después tomando contramedidas dentro de lo posible. Sí será necesario ir luchando para poner restricciones en los nuevos señores feudales, de otra manera terminaremos sin libertad de acción.
Steve Jobs dijo, “Muchas veces la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo muestras.” No nos dejemos apantallar por la tecnología cada vez más brillante, rápida y realmente increíble. No vale nada la tecnología sin nuestra libertad. Y la historia demuestra cómo el más fuerte siempre trata de robar al más débil de su libertad…