¿Te ha pasado que en algún grupo de whatsapp mandan 23084 mensajes, videos, stickers, fotos? Estoy segura que SÍ… y también estoy segura que realmente lees y revisas el 10% de esas cosas que mandan.
El otro día iba en el carro y en un grupo enviaron el testimonio de una monja llamada Clare Crockett. Dicho testimonio lo daba en la JMJ de Madrid, a la cual asistí con un grupo de amigas. Prometo que no tenía ningún interés particular en escuchar el testimonio, pero como iba en el coche, había tráfico y no había nada en la radio, decidí escuchar el testimonio. Aquí les dejo el video por si alguno quiere escucharlo completo:
Luego de escuchar a esta monjita quedé realmente impactada:
Impactada es poco… hubo algo en su forma de expresarse, de hablar, de contar, que cautivó mi corazón y en lo que llegué a mi destino busqué quién era esta persona. Les voy a dar un BREVÍSIMO resumen para no spoilerarles el testimonio.
Clare nació en Irlanda en 1982, fue actriz, animadora de televisión y tuvo una GRAN conversión de vida gracias a la invitación de una amiga a un viaje a España.
Debo contarles algo… la hermana Clare murió repentinamente en un terremoto y esto fue lo que me llevó a ver su película y conocerla mejor. Más adelante les dejaré la película completa que VALE la pena verla.
Pablo es tumbado del caballo… y ¿tú?
En el Libro de los Hechos de los Apóstoles, se cuenta la historia de conversión de San Pablo (Hechos 9, 1-19). En donde leemos:
“Cayó al suelo y oyó una voz que le decía: «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» 5 Preguntó él: «¿Quién eres tú, Señor?» Y él respondió: «Yo soy Jesús, a quien tú persigues. 6 Ahora levántate y entra en la ciudad. Allí se te dirá lo que tienes que hacer.”
Si no has leído esta historia, te invito a que no pierdas un minuto más y vayas a hacerlo. Lo que sí te puedo asegurar es que TODOS, en mayor o menor medida, hemos tenido o vamos a tener ese momento en donde Dios nos dice en el corazón: “¿Por qué me persigues?” y a partir de ese momento ha existido un antes y un después en nuestras vidas.
Jesús no quiere tumbarte del caballo para que sufras, lo hace porque te ama y porque quiere lo mejor para ti.
Todos tenemos un amigo rebelde que queremos convertir
Es posible que al leer este artículo hayas pensado en algún amigo rebelde que tienes por ahí, porque todos lo tenemos y queremos lo mejor para ellos. ¿Qué hacer? Porque ¡vale! este testimonio es MUY bueno, pero imposible que se siente a ver el testimonio de una monja. Aquí te quiero dejar algunos tips:
¡Mucha oración!: lo primero que cada uno de nosotros debe hacer al buscar una conversión, propia o en el otro, es encomendarla a Dios y de manera MUY especial a María. Las grandes conversiones se han dado porque alguien ha estado rezando y se ha sacrificado por otro. Un ejemplo claro de esto lo vemos en la conversión de San Agustín… ¡Cuántas lágrimas y oraciones no habrá hecho su madre Mónica por él!
Testimonio: por otro lado, recuerda que las palabras mueven, pero el testimonio convence. No existe mejor forma de enseñar que a través del testimonio, porque las palabras se las lleva el viento. Antes de sentarte largas hora tratando de convencer a alguien de alguna verdad de fe, sé tú el primero en vivirla y así podrás convencer a muchos otros.
Paciencia y perseverancia: el camino para una conversión es largo, no se logra de la noche a la mañana; por eso debes tener mucha paciencia y ser constante. Como decía Santa Teresa “… la paciencia todo lo alcanza.” Así que no te desanimes si no ves cambios a la primera.
Para finalizar, te quiero dejar la película completa de la Hermana Clare: “Todo o nada” la cual a mi, de manera personal, me ayudó muchísimo a reflexionar cómo estoy viviendo mi vida hoy y qué estoy haciendo para ganarme el cielo.
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